El mundo cambia rápidamente y con él, las necesidades y desafíos a los que nos enfrentamos en la vida diaria, en los negocios y en la sociedad en general. Para abordar estos desafíos de manera efectiva, se requiere un enfoque innovador y centrado en el ser humano. Aquí es donde entra en juego el Design Thinking.
¿Qué es el Design Thinking?
El Design Thinking es una metodología centrada en el ser humano para resolver problemas y fomentar la innovación. Va más allá de la estética o la función de un producto; se trata de comprender profundamente las necesidades y deseos de las personas y diseñar soluciones que se alineen con ellas. A través de un proceso iterativo y colaborativo, el Design Thinking busca abordar desafíos desde una perspectiva fresca y empática.
Las Etapas del Design Thinking
El proceso del Design Thinking se puede desglosar en cinco etapas esenciales:
- Empatizar: Es fundamental comprender las necesidades, deseos y desafíos del usuario. A través de la observación, entrevistas y otras técnicas, se busca generar una comprensión profunda de las personas para las que se está diseñando.
- Definir: Con la información recolectada, se busca definir claramente el problema a resolver. Esta definición no sólo se basa en lo que los usuarios dicen, sino también en lo que realmente necesitan.
- Idear: En esta etapa se promueve la generación de ideas sin restricciones. Mediante brainstorming y otras técnicas creativas, se buscan soluciones potenciales al problema definido.
- Prototipar: Las ideas seleccionadas se convierten en prototipos tangibles, que pueden ser desde dibujos a modelos a escala o versiones digitales. Estos prototipos sirven para visualizar y probar las soluciones propuestas.
- Testear: Los prototipos se presentan a los usuarios reales para obtener retroalimentación. Esta etapa es crucial para iterar y refinar las soluciones, asegurándose de que se alineen con las necesidades reales.
¿Por qué es relevante?
Más allá de ser un simple proceso, el Design Thinking representa un cambio fundamental en la forma de abordar problemas y desafíos. En lugar de basarse en supuestos o enfoques tradicionales, pone a las personas en el centro de todo el proceso. Al hacerlo, se asegura que las soluciones propuestas sean no sólo innovadoras, sino también relevantes y efectivas.
Además, el Design Thinking es aplicable en una amplia variedad de campos, desde el diseño de productos hasta la estrategia empresarial, la educación, la salud y más allá. Su flexibilidad y enfoque empático lo hacen especialmente útil en el mundo actual, donde la rapidez del cambio y la complejidad de los problemas requieren enfoques novedosos.
¿Quién creó esta metodología?
El concepto de «Design Thinking» no fue creado por una sola persona; es más bien el resultado de una evolución en la forma de pensar sobre diseño y resolución de problemas que se ha desarrollado a lo largo de décadas. Varios individuos y organizaciones han sido fundamentales en su formulación y popularización.
El Instituto de Diseño de Stanford (d.school) ha sido uno de los principales promotores del Design Thinking en el siglo XXI. David Kelley, fundador de IDEO y uno de los creadores de la d.school en Stanford, ha sido una figura central en la difusión y enseñanza del enfoque.
Sin embargo, es importante mencionar que las ideas centrales del Design Thinking, como la empatía y la iteración, han estado presentes en el diseño y en otros campos desde mucho antes. Lo que el movimiento del Design Thinking ha hecho es formalizar y estructurar estas ideas en un proceso definido y aplicable a una amplia variedad de problemas.
Casos de éxito aplicando el Design Thinking
IBM y su transformación corporativa
- Problema: Con el avance de la tecnología y las cambiantes dinámicas del mercado, IBM enfrentó la necesidad de reinventarse y mantenerse relevante en la era digital.
- Solución: Bajo la dirección de Phil Gilbert, IBM adoptó la metodología a gran escala. Crearon su propia versión del proceso, denominada «IBM Design Thinking», con el objetivo de centrarse en las necesidades del usuario y acelerar el desarrollo de soluciones. Establecieron un estudio de diseño y entrenaron a miles de empleados en la metodología.
- Resultado: IBM no solo transformó su cultura y productos, sino que también logró un retorno significativo de la inversión. Las soluciones resultantes eran más centradas en el usuario, y el tiempo de desarrollo se redujo notablemente. La adopción del Design Thinking fue un punto de inflexión para la empresa en su transformación hacia una compañía de servicios y soluciones cognitivas.
Airbnb y la salvación del inicio
- Problema: A pesar de una idea prometedora, Airbnb enfrentaba problemas iniciales de adopción y crecimiento. Su modelo de negocio no estaba despegando como esperaban.
- Solución: Uno de los cofundadores de Airbnb, Joe Gebbia, tenía antecedentes en diseño, y decidió aplicar principios de Design Thinking al problema. El equipo se centró profundamente en entender a sus usuarios. Realizaron viajes de campo, se alojaron como huéspedes y actuaron como anfitriones en su plataforma. Esto les permitió empatizar con las experiencias de los usuarios y detectar áreas problemáticas.
- Resultado: A través de sus insights, realizaron cambios clave en la plataforma, como mejorar la calidad de las fotos de los listados. Esto, junto con otras iteraciones y ajustes basados en la retroalimentación de los usuarios, llevó a un aumento significativo en las reservas y al posterior éxito masivo de Airbnb.
Casos de éxito en América Latina
El Design Thinking se adopta en muchas partes del mundo, incluida América Latina (Latam). Algunos ejemplos generales de cómo se ha utilizado el Design Thinking en la región:
- Educación: En varios países de América Latina, se han realizado esfuerzos para incorporar el Design Thinking en la educación, tanto para repensar la pedagogía y el diseño curricular como para abordar problemas prácticos en la escuela. Por ejemplo, se han llevado a cabo talleres y programas que enseñan a los estudiantes a utilizar el Design Thinking para abordar problemas comunitarios.
- Sector financiero: Varios bancos y instituciones financieras en América Latina han utilizado esta metodología para mejorar la experiencia del cliente, diseñando aplicaciones más intuitivas o rediseñando procesos internos.
- Innovación social: Hay muchas organizaciones y ONGs en América Latina que han utilizado el Design Thinking para abordar problemas sociales, desde la falta de acceso al agua potable hasta la creación de viviendas más sostenibles.
- Empresas emergentes (startups): Numerosas startups en América Latina apoyan su proceso de desarrollo y diseño de productos, lo que les permite ser más adaptativas y centradas en el usuario.
Un ejemplo específico es el de BBVA en México. En una ocasión, el banco empleó el Design Thinking para mejorar la experiencia bancaria de sus clientes. A través de la empatía y la investigación centrada en el usuario, pudieron identificar puntos de dolor en la experiencia del cliente y desarrollar soluciones más intuitivas y amigables para la banca digital.
A medida que el Design Thinking sigue ganando popularidad en todo el mundo, es probable que surjan aún más ejemplos y casos de éxito en América Latina y otras regiones. Es una metodología versátil que puede aplicarse en prácticamente cualquier sector o problema.