El mundo no funciona por meritocracia, en la que podemos simplemente hacer un buen trabajo, ponerlo en un sitio web y esperar que otros lo encuentren y lo compren. Nada lo hará por ti: ni las redes sociales, ni Facebook, ni tu blog.
A menos que te contrates a ti mismo para ser el publicista/jefe de marketing de tu obra, ésta va a languidecer en la oscuridad.
He aquí algunas estadísticas igualmente motivadoras (ya que cualquiera puede hacer estas cosas) y deprimentes (es decir, un montón de gente haciendo las mismas cosas):
- Hay 600 millones de blogs en Internet.
- Hay más de 33 millones de libros en Amazon.
- Hay más de 120 millones de productos en Etsy.
¡Caramba! Son muchos millones.
Entonces, ¿cómo destacar entre todo el ruido? Tienes que establecer conexiones genuinas con otras personas, en cualquier momento: en el gimnasio, en la oficina, o en la fiesta de cumpleaños de un amigo de tu hijo, por poner algunos ejemplos.
Casi todas las oportunidades que he tenido en mi negocio de diseño web han venido de una recomendación dentro de mi red existente de personas con las que me conecto regularmente.
Todo, desde proyectos de diseño web de alto costo hasta el diseño de solo un logo, se debe a que alguien le dijo a otra persona lo que hago o que yo la puedo ayudar en lo que busca.
Voy a repetirlo, porque es importante.
Casi todas las oportunidades que he tenido han surgido de las conexiones que he hecho con otras personas.
Trato de dedicar algo de tiempo cada día a conectar con la gente. No sólo porque es bueno para el negocio, sino porque realmente disfruto hablando sobre lo que hago.
No hay consejos ni tácticas para fomentar específicamente estas conexiones, porque interactuar de forma real y significativa no puede ser falso.
Trato de conectar con la gente de una manera que me funcione. Eso no se puede enseñar, pero lo que sí se puede enseñar es a tomarse el tiempo para mantener esas conexiones vivas.
Envía correos electrónicos de seguimiento, o mensajes por Whatsapp, mantén el contacto con la gente para ver qué hacen últimamente y ayúdales en lo que puedan necesitar. Manténte en el radar de la gente, no como un chismoso, sino como una persona real que tiene interés en ayudar.
Esto no tiene que ser forzado. Haces el trabajo que haces (espero que así sea) porque te interesa. Así que hablar con otros sobre temas similares no debe ser algo obligado.
En ocasiones, puedes informar a estas personas de que tienes algo nuevo que vas a lanzar o vender. Pero eso nunca sería el primer o segundo mensaje. Deberían surgir en una cadena de conversación de dos personas que hablen con normalidad sobre sus intereses comunes.
Cualquiera puede ponerse en contacto con cualquier persona, así es como funciona Internet, o cuando los ves cara a cara.
En el caso de mis servicios de diseño web, la mayoría de los clientes que obtengo proceden de referencias. No se trata de clientes potenciales a los que tengo que esforzarme mucho y venderles, sino de personas a las que ya les han hablado de mí y quieren trabajar conmigo. Así que las llamadas suelen consistir en una charla rápida para ver si todo encaja en términos de costo y tiempo.
Esto se debe a que he ido construyendo una red de personas, ayudándolas cuando puedo y comprometiéndome con ellas, a veces incluso los apoyo con cualquier servicio sin cobrar, solo por el deseo de ayudar. Los que me conocen no me dejan mentir en esto.
Mi negocio funciona mayormente con referencias, por eso en mi sitio web menciono de que mi estrategia comercial es minimalista, no hago grandes promociones, mis redes sociales no tienen miles de seguidores (además no soy bueno haciendo reels jaja) , porque en realidad la comunicación con mis clientes (algunos quedan siendo mis amigos o viceversa) sucede en otros entornos.
Construir tu red y comunicarte con los demás es uno de los aspectos más importantes de un negocio, y es algo que demasiadas personas olvidan hacer.
Tanto si estás enfrascado en el trabajo como si te dedicas a las ventas y el marketing, a veces la mejor manera de hacer crecer un negocio, vender un producto o hacer que la gente te contrate por un servicio es simplemente construir una red de personas con las que te comunicas regularmente.
La creación de un círculo de este tipo no se hace de la noche a la mañana ni recogiendo miles de tarjetas de visita en un evento o feria. Hay que esforzarse de verdad, dedicar tiempo a conocer a otras personas y ayudarlas en lo que se pueda. No se trata sólo de lo que pueden hacer por ti, sino también de lo que tú puedes hacer por ellos.
Todo depende de a quién conozcas. Así que cuanto antes puedas crear una red de personas con las que disfrutes conectando, más fácil será que tu trabajo llegue a más gente.