Muchos emprendedores comienzan sus negocios de la siguiente forma:
- Tienen un conocimiento o una habilidad en algo.
- Crean un perfil en redes sociales.
- Diseñan un blog o un sitio web.
- Y entonces… esperan a que lleguen los clientes.
Por muy buenos que sean en lo que hacen, por lo general pasan por alto algo que es muy importante: saber representase a ellos mismos.
Estos son algunos de los errores que cometen los emprendedores en algún momento:
No esperes que los demás vean lo que haces
Es posible que tus clientes potenciales no vean tu talento porque no son tan conscientes de lo que haces, o no saben a simple vista en qué los puedes ayudar. Tienes que mostrarles por qué eres bueno, enseñándoles lo que implica hacer lo que haces y por qué o cómo beneficiaría a alguien como ellos.
Ejemplo: si eres escritor de contenidos, decirle a alguien, “Escribo contenido para sitios web” no ayuda mucho. Por otro lado, decir, “Escribí el contenido del sitio X, luego de algunas entrevistas y 30 horas de trabajo para entender las necesidades, su negocio creció un 40% el siguiente mes», es un argumento mucho más fuerte.
No trates de atraer a todo el mundo
Esto siempre parece una buena idea, pero es lo contrario a la intuición porque carece de enfoque. Si aprendes lo que un grupo específico de personas quiere, necesita o siente que es importante de tí, puedes enfocarte mejor y enviar un mensaje más efectivo. Sé específico.
Ejemplo: sería casi imposible ser conocido como «el mejor diseñador web de la historia», pero es mucho mas factible ser conocido como «el diseñador web de referencia para nutricionistas».
Entiende lo que tu audiencia realmente quiere
Las razones por las que la gente contrata a personas como tú pueden no ser lo que piensas. ¿Cómo puedes averiguar esto? Pregunta a las personas que han contratado a personas que hacen lo que haces, por qué contrataron a esa persona en particular. Presta atención a sus razones y a las palabras específicas que utilizan. Luego, pon esas razones y palabras en la forma en que se presenta tu sitio web o en tus redes sociales. Esto es un poco de investigación de mercado.
Ejemplo: los especialistas de marketing que se enfocan en nuevas empresas, puedes pensar que los contratan por presentar un plan de marketing muy completo pero luego de hacer la investigación te das cuenta de que son contratados por que entienden el negocio de sus clientes y enfocan su plan de marketing mejor.
No te enfoques en ser el mejor, busca algo en que diferenciarte
Tratar de ser el mejor siempre es como perseguir la perfección suprema. Pero siempre existe el riesgo de que aparezca alguien técnicamente mejor.
En cambio, enfócate en por qué eres diferente. ¿Cómo se relacionan los servicios que ofreces con tu visión única? Cualquiera puede dominar una herramienta, pero no todos pueden ofrecer la experiencia que ha acumulado en su trabajo a través del tiempo.
Ejemplo: es difícil competir como diseñador con diseñadores de logotipos de alto nivel. Pero si te enfocas en por qué tus diseños de logos le hablan a la audiencia de tus cliente y cómo tus años de experiencia han logrado resultados reales para las personas que te contrataron, tu trabajo se vuelve diferente.
Mantén el contacto
Muchos emprendedores se ocupan de su trabajo y olvidan que la razón por la que están ocupados es la red de clientes que han cultivado. Haz un seguimiento de los clientes potenciales, vuelve a conectarte con clientes anteriores, manténte en contacto con otros emprendedores de tu industria. De esta manera, es menos probable que te olviden como el experto de la industria que eres, y parte de las personas que probablemente te contraten por primera vez, te contraten nuevamente o te recomienden con otras personas.
Ejemplo: la forma más fácil de mantenerte en contacto con muchas personas es a través de un boletín informativo. Los buenos emprendedores saben lo importante que es una lista de correo electrónico para su negocio y trabajan continuamente para ofrecer valor a su lista mediante el envío de contenido nuevo, enlaces seleccionados, detalles detrás de escena e incentivos especiales solo para la lista.
En lugar de dedicar todo tu tiempo a trabajar en tu oficio, dedica un poco de tiempo a descubrir quién es tu público, qué es valioso para ellos y cómo puedes fomentar una relación continua con ellos.